En nuestros días reciclar plástico es una cuestión acuciante, pero hace no mucho estaba considerado el rey de los materiales. Su existencia ha estructurado una gran parte de la sociedad moderna. Sus aportaciones en campos como la tecnología y la medicina son incuestionables. Quizás sea su gran versatilidad la que ha hecho de este material un imprescindible. En cierto modo este material ha conseguido que muchos productos antaño considerados inaccesibles para el grueso de la población, se encuentren hoy al alcance de todos. Hasta tal punto que hemos llegado a nuestro límite y a nuestro planeta se le empieza a hacer bola la gran cantidad de residuos plásticos que se generan día a día. Es el momento de empezar a pensar en cómo evitar el plástico.
Degradabilidad
La degradabilidad podría definirse como la capacidad de una sustancia de descomponerse en compuestos o elementos menos complejos, habitualmente en la tierra, el agua u otro componente ambiental. Pues bien, en nuestro planeta por lo menos no existe ningún ser vivo que consuma el plástico para transformarlo en elementos químicos naturales de forma que se reintegren al ciclo natural de carbono que ha sido siempre el sustento de nuestra vida. Esto significa que el plástico no es biodegradable, simple y llanamente.
Los residuos plásticos se descomponen en partículas cada vez más pequeñas sin alterar su composición química, pero que lleguen a tamaños imperceptibles al ojo humano, no significa que desaparezcan por arte de magia.
En la actualidad el plástico llega a los lugares más insospechados, tales como la Antártida y hasta a nuestra propia agua embotellada, que aunque lo hace en forma de microplásticos es igualmente perjudicial. Son muchos los peligros del plástico para la salud.
Mar de plástico
Quizás la cuestión más preocupante en lo relativo a los residuos plásticos sea su destino. Hasta un total de 8 millones de toneladas de plástico terminan cada año en nuestros océanos. Según ciertos estudios, de seguir esta línea, en el año 2050 habrá mayor cantidad de plástico que de peces en el mar. Lo cierto es que sí, nos preocupamos por nuestro futuro y nadie quiere un planeta así. Pero muchas veces olvidamos las especies que nos acompañan en nuestro planeta, como los peces. Para ellos no es una cuestión de futuro, sino de presente, cosa que nos afecta directamente. ¿Te has parado a pensar que el plástico ingerido por el pescado de tu plato pasará a alojarse en tu estómago?
Más plástico, menos especies
Siguiendo la misma línea del punto anterior, existen documentos que demuestran que alrededor de unas 700 especies han ingerido plásticos o se han enredado con él. La gran mayoría de animales que se enredan en residuos plásticos terminan muriendo, pero el ciclo no termina aquí. El animal se muere, pero el plástico continúa su camino para cruzarse nuevamente en el camino de otro animal, como si de un depredador se tratase.
Cada vez son más las especies que consumen plástico por confundirlo con alimentos. Las tortugas marinas por ejemplo, confunden las bolsas de plástico que flotan en los océanos con medusas, que son la base de su alimentación. Y como ellas ballenas, demás peces y también las aves.
Un reciclado complejo
Otro de los puntos que hacen de los plásticos un residuo tan peligroso es su peculiar proceso de reciclado. No estamos hablando de un residuo que permita crear una economía circular por medio de su reciclado, ya que en la mayoría de ocasiones se van a convertir en productos que nada tienen que ver con el original. En definitiva, que se alarga la vida del material mientras que en otro lado se están produciendo los mismos productos con materiales vírgenes.
Su posibilidad como residuo reciclable es muy limitada. En ocasiones su reciclado no es rentable económicamente hablando, y otras en las que no hay mercado para ello.
En Safety Doc somos conscientes de la importancia del reciclado de residuos plásticos, y por ello dedicamos un tratamiento especial en nuestro servicio de destrucción de documentos.