En la actualidad la agricultura se entiende de una manera horizontal, esto es, percibimos los campos o invernaderos como extensiones con carácter limitado. Esto genera un grave problema. Con el paso de los años la población de nuestro planeta crece exponencialmente, lo que se traduce en un hecho significativo: cada vez tenemos menos terreno que explotar. Por ello, a mayor población, mayor necesidad de talar árboles para ganar hectáreas, cosa que también nos perjudica en gran medida. El horizonte es desalentador.
A día de hoy, hasta un 80 % del terreno apto para la agricultura se encuentra en uso. Y lo cierto es que las cuentas no salen. Existen muchos aspectos que entran en conflicto: la vivienda, el transporte, la energía, la producción de alimento, las infraestructuras, etc. No hay sitio para todos. Y esta idea de falta de terreno se debe según el fundador de Plantagon (empresa sueca que opera en el sector de la agricultura urbana), Hans Hassle, a un desarrollo exclusivamente horizontal. Desde Plantagon proponen una agricultura vertical como funcionamiento alternativo: frutas y verduras que se cultivarán cerca de casa, en invernaderos urbanos que se extenderán hacia arriba.
Ventajas de la agricultura vertical
Las ventajas que arroja esta práctica son muchas y muy importantes. En primer lugar y desde un punto de vista logístico, los beneficios no tardarán en materializarse puesto que el uso de camiones de entrega será mucho menor, hecho que se traduce directamente en un descenso de la contaminación. En segundo lugar, el uso de pesticidas y de herbicidas experimentará un claro descenso, y la recuperación de ecosistemas naturales será más fácil. Otro aspecto que juega a favor de esta iniciativa es que estaremos menos expuestos a padecer crisis ambientales que alteren los cultivos. En el ámbito económico, es evidente que los costes de un invernadero vertical superan los de uno convencional, pero a la larga la disminución de los costes energéticos decantaría la balanza hacia el desarrollo vertical. Por último, los defensores de la agricultura vertical explican que a medida que empeore el clima los cultivos interiores serán más seguros y fiables.
Propuestas en marcha
En la actualidad, existen dos proyectos basados en el desarrollo vertical. En Linköping, Suecia, se construirá un edificio triangular que constará de dos partes, unas oficinas y un invernadero vertical, y ambas se retroalimentarán mutuamente. También en Chicago se está llevando a cabo un proyecto similar. Una antigua empaquetadora de carne cultiva verduras en balsas flotantes, siendo alimentadas por los residuos de los acuarios cercanos.
Son muchas las ventajas que arroja esta práctica, hay proyectos en marcha y las previsiones son alentadoras, sin embargo, todavía no se ha probado un modelo de negocio basado en esta idea. Toca esperar para saber si estamos hablando de una alternativa real y viable.