Hoy día existen multitud de colectivos y asociaciones que promueven iniciativas sostenibles. También el gobierno, que aunque de manera muy tímida todavía, también invita al reciclaje y a formas de vida más ecológicas y respetuosas con el medio ambiente. La invitación está hecha, pero a fin de cuentas, el que toma la decisión eres tú. Solo tú puedes marcar la diferencia entre tirar un papel y un plástico al mismo cubo, o separarlos para facilitar el reciclaje. Es ahí donde está uno de los factores más decisivos. Lo que nos define no es si nos apuntamos a iniciativas globales de carácter sostenible que promueven otros, sino si somos capaces de adaptar nuestros hábitos diarios para hacer de ellos una forma de vida más “verde”, es decir, de aportar tu granito sin que nadie te lo pida. Aquí os dejamos una serie de hábitos diarios para una actitud más responsable con el medio ambiente:
En casa
Puedes empezar por estudiar tus hábitos en lo que se refiere a comer y dormir. En el ámbito alimentario las decisiones son muy importantes, bien apostando por un productor local más pequeño que deja beneficio económico en su zona de influencia, o por uno más grande que viajan miles de kilómetros y disponen de grandes cámaras donde conservar los alimentos. Los primeros, obviamente, son más respetuosos con el medio y con tu salud. Otro de los aspectos a valorar es el uso que haces de los alimentos. Escoger aquellos alimentos más naturales y que menos han sido tratados. Y por supuesto, no tirar nunca la comida sobrante.
Cuando hablamos de sostenibilidad a la hora de dormir, nos estamos refiriendo a la eficiencia en los hogares. No abusar de la calefacción por la noche. Debes tener en cuenta que en pleno mes de enero te será imposible irte a la cama sin pasar un poco de frío si vas desabrigado, por eso debes abrigarte un poco más en lugar de poner la calefacción. Créeme, será mejor tanto para el planeta como para tu bolsillo.
En cuanto al consumo del agua hay muchas cosas que podemos hacer, para nosotros son pequeños gestos pero el planeta te lo agradecerá. No derroches, simple y llanamente. Di adiós a las duchas eternas, cierra el grifo mientras te estás cepillando los dientes, no pongas lavadoras o lavavajillas a “media carga”, etc. A menos gasto de agua, más euros en tu bolsillo, simple.
Cómo no, también vamos a hablar de la luz. Es preciso aprovechar la luz al máximo para reducir el consumo al mínimo. También podemos cambiar las bombillas normales por las llamadas bombillas LED o de bajo consumo. También debemos prestar atención a los aparatos electrónicos, muchas veces siguen encendidos o en modo “stand by” sin que sepamos que siguen consumiendo.
Movilidad
Si hablamos de hábitos más respetuosos con nuestro planeta, no podemos olvidarnos de la manera en la que debemos desplazarnos para ganar en salud, ecología y reducir gasto. Siempre que sea posible, prescinde siempre del coche a favor de una alternativa de movilidad más sostenible. El bus urbano, la bicicleta e incluso el viaje a pie deben ser siempre las primeras opciones.
Ropa
Otro aspecto que debería preocuparnos es el excesivo gasto que hacemos en ropa, para después de ponerlo 4 veces, tirarlo a la basura porque “ya no se lleva”. Es aquí donde la sostenibilidad entra en juego, no la tires, dónala.
En el trabajo
Por último cabe hablar de tu parcela profesional. Existen muchas oficinas que han instaurado una dinámica 100% digital para evitar el gasto indiscriminado de papel. Decisiones que posiblemente no te correspondan a ti, pero puedes llevar a cabo pequeñas iniciativas propias que posiblemente sean secundadas por el resto.