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DPD, un nuevo perfil para las empresas

DPD son las siglas del nuevo puesto demandado en las empresas: Delegado de Protección de Datos. Este nuevo perfil se encarga de gestionar de manera adecuada los datos personales de los clientes de una empresa.

Esta medida resulta imprescindible para cumplir con la nueva normativa que rige este tema y así evitar sanciones.

Principales funciones

Gracias a la aprobación de la RGPD, la figura del Delegado de Protección de Datos ha ocupado el puesto que merecía. Esta ley, aprobada en 2016, se encarga de proteger a los ciudadanos del uso que hacen las empresas y administraciones de sus datos personales. Además, es la encargada de regular la figura del DPD.

Su principal función es vigilar el tratamiento que se hace de la información de los clientes por parte de la empresa. Este control supondría ahorrar mucho dinero evitando sanciones administrativas directas e indemnizaciones por un mal tratamiento de los datos.

Además, sus conocimientos legislativos y técnicos pueden ser utilizados por la empresa también con el fin de consultar dudas o posibles consecuencias de su actividad diaria usando los datos personales de los clientes y empleados. Y es el encargado en caso de reclamación ante las autoridades de protección de datos.

Beneficios

Contar con este perfil en las filas de tu empresa evitará peligrosas consecuencias de un mal tratamiento de los datos. Una de las más importantes, sin contar las indemnizaciones económicas, es la pérdida del prestigio mediático, afectando directamente a la reputación de la marca.

Las compañías que tengan en cuenta a este perfil saldrán ganando. Ante un caso de mal tratamiento de los datos de un cliente, es preferible indemnizarle a él directamente, antes que llegar a sanciones administrativas normalmente más costosas y que acarrean un desprestigio mediático.

Ya es una necesidad

La RGPD fija como obligatoria la presencia de esta figura en las empresas y entidades públicas y privadas promoviendo las ventajas que supone contar con sus servicios. Su presencia se basa esencialmente en prevenir un mal mayor para la empresa.

Como ya hemos dicho, la RGPD regula esta figura y la hace obligatoria en las empresas y entidades públicas y privadas que traten sistemáticamente datos personales. Este grueso incluye aseguradoras, compañías eléctricas, colegios, universidades, entidades financieras, agencias de publicidad, centros sanitarios y empresas de seguridad privada. Los datos usados pueden estar relacionados con clientes, empleados o proveedores, sin importar el volumen de la compañía.

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