La Bitcoin ha pasado de ser un gran desconocido para gran parte de la sociedad, a ser una inversión rentable y un sistema bien interesante de cara al futuro de la economía. Pero si bien las ventajas de este sistema son muchas, veremos que tiene unas desventajas que hacen pensar si es rentable seguir apostando las criptomonedas.
¿Qué es una Bitcoin?
Es, explicándolo de manera técnica, un protocolo y red P2P utilizado como “criptomoneda”. Básicamente es una moneda virtual e intangible que busca realizar el mismo papel que el dinero tradicional, pero aprovechando las ventajas que ofrece no ser un método de pago físico.
La inmediatez, la posibilidad de mandarse de país a país con facilidad y la seguridad antirrobo que ofrece son algunas de las virtudes que sus defensores utilizan para describirla. Pero como ya comentamos con anterioridad, no todo es tan ventajoso como parece.
El Bitcoin es peligroso para el medio ambiente
Con el tiempo, esta criptomoneda está cogiendo mucha fuerza y los recursos utilizados a explotar sus posibilidades cada vez son mayores. Si bien el uso de metales y papel en la producción del dinero tradicional, en las divisas digitales la materia prima se reduce principalmente al gasto de energía de los ordenadores donde se opera con ella.
Por esa razón, el Bitcoin supone un problema para el medio ambiente muy serio. Los estudios están revelando que actualmente, debido a la complejidad creciente de la criptomoneda, los ordenadores necesitan muchas más horas de minado, con el consiguiente gasto de energía.
Esto en gastos se traduciría en unos 32 teravatios de energía al año, una cantidad que podría proporcionar energía aproximadamente a unas 3 millones de viviendas. Una cifra que podría aumentar en el año 2019, gastando la misma energía que países como Estados Unidos.
El Bitcoin está siempre rodeado de polémica y las razones son variadas, pero la realidad es que es una tecnología que aún está muy poco optimizada para considerar su uso como un estándar.